2007/04/05

EN EL MOMENTO DE ENSEÑAR


Hablaba con ira,
enseñaba con ira
decepcionada de sus alumnos
llegaba cansada
y aburrida
a dictar clase.

El pizarrón, su tortura…
la tortura…
la pérdida de su sonrisa

Al tratar de traspasar
la puerta
suspira un aire de cansancio

Era para ella aburrido
ver el rostro de sus alumnos
cansados, serios...
como estatuas
pegadas al pupitre
sin más belleza
que ser una tabla
sin gracia ni palabra

Ella se perdía
en el vacío
de aquel eterno
silencio, infierno
sus pensamientos
se pierden en el vacío
de los pupitres
y su alientose funde con una inmensa tristeza.

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